Compañía Doctor Alonso

La compañía Doctor Alonso, dirigida por Tomas Aragay, director de teatro y dramaturgo, y Sofia Asencio, bailarina y coreógrafa, tiene la voluntad de construir un lenguaje que encuentre una de sus claves fundamentales en el concepto del desplazamiento, de situar alguna cosa fuera de su lugar, ámbito o espacio propio para indagar cómo este desplazamiento modifica el lenguaje tanto respecto a su gramática constitutiva como respecto a la lectura que un observador puede hacer. Es decir, desplazar para desvelar alguna cosa. Esta maniobra de desplazamiento se ha revelado como una herramienta eficaz para generar espacios de discurso poético que pone en cuestión el estatus quo de nuestra comprensión de la realidad.

El equipo detrás de la investigación y del trabajo escénico de Hammamturgia está formado por: el bailarín y creador contemporáneo Kim Kidows y Beatriz Lobo, proveniete del mundo de las bellas artes, de la pintura y con formación musical. El colectivo Serrucho se ha encargado de la creación videográfica, CUBE del trabajo de iluminación y Miguel Ángel Martínez ha acompañado el proyecto como investigador y comisario.

Hammamturgia

Residencia febrero 2022

Este proyecto escénico parte del concepto de hammamturgia y la voluntad de construir un hammam dentro del escenario.

El hammam es el calor que produce la obra. En consecuencia, si la dramaturgia es la acción de crear, componer e interpretar una obra, la hammamturgia, en cambio, remite a una relación con las condiciones atmosféricas que producen la transformación de la forma-obra. Si la dramaturgia está ligada a un relato y a un autor, la hammamturgia, en cambio, tiene que ver con lo que sucede, sin necesidad de tener un dramaturgo que prescriba unas acciones. La hammamturgia es aquello que pasa, aquello marcado por las condiciones del entorno.

Con este proyecto, el reto de la compañía Doctor Alonso es entender el teatro como un hammam, una posición que obliga a parar atención a la vida que habita dentro del teatro y a convertirse en cuidadores y en transformadores de este espacio vital. Por ello, el espacio escénico, entendido como un ambiente compartido entre intérpretes y público, se va construyendo y transformado a lo largo de la obra. A raíz del proyecto hay una voluntad de crear un ambiente donde actores y espectadores se encuentren y puedan interactuar y elaborar el discurso del hecho artístico.

El proyecto se basa en la corporalidad de los cuerpos y los objetos y como estos se mueven dentro del espacio. El trabajo coreográfico es central, abandona toda tentación de crear una lógica narrativa y va acompañada de la transformación del espacio escénico, lumínico y ambiental.